Denuncian la detención 'injusta' de tres trabajadores tras un allanamiento en el lugar donde habían sido contratados para trabajar


 El pasado 5 de abril, al menos tres hombres fueron detenidos junto a otros individuos durante un allanamiento en una casa de la zona norte de Rosario. Los detenidos, Julio Álvarez, Mauricio Comas y Matías Quiroga, se encontraban trabajando en el lugar, derrumbando un tapial, cuando la policía irrumpió en la vivienda.

Contratados para realizar trabajos de demolición, los tres hombres estaban en medio de sus labores cuando el operativo policial comenzó. En la vivienda se encontraron grandes cantidades de estupefacientes, que fueron incautados. Además de los trabajadores, cinco residentes del inmueble también fueron detenidos.




Aunque algunos de los detenidos fueron liberados tras unos días, Álvarez, Comas y Quiroga permanecen bajo prisión preventiva, una medida ordenada por la fiscal a cargo del caso, Dra. María Ángeles Lagar.

Durante la visita de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a Rosario, los familiares de los tres trabajadores se reunieron en la puerta del Destacamento de Gendarmería Nacional en San Martín y Virasoro. En el evento también estuvieron presentes el gobernador Maximiliano Pullaro, la vicegobernadora Gisela Scaglia, el ministro de Seguridad Pablo Cococcioni y el intendente Pablo Javkin, donde los familiares intentaron expresar sus reclamos, buscando visibilizar el caso y la liberación de los detenidos.


Agustina, esposa de Julio Álvarez, habló con Rosario Info y describió la angustia de la situación: "Ese día, a mi marido lo habían llamado para tirar un tapial, que en ese momento le pagaban muy poco. Fue, hicieron el trabajo y cuando estaban terminando, injustamente fueron detenidos. Hace dos meses que no sabemos nada, no tenemos noticias. Tienen que salir, porque ellos estaban trabajando. No son dueños de la casa, ni nada. Esa casa estaba desmantelada. Que hagan responsables a quienes tienen que hacer responsables y que salgan ellos tres, son inocentes, fueron a trabajar", expresó entre lágrimas.

En tanto, Tiago, el hijo adolescente de Álvarez, también estuvo presente durante el allanamiento y relató su experiencia: "Mi viejo me llamó para que lo ayude a tirar un tapial y yo le dije que sí, me dijo que me daba 20.000 pesos y lo ayudaba a juntar el escombro. Estábamos juntando el escombro y de la nada empiezan a llegar policías y nos dicen que nos tiráramos al piso y no entendíamos nada porque estábamos trabajando. Nos tiramos al piso y nos agarraron a mí y a mi viejo, a los dos pibes y nos llevan", aseguró.


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