El Hospital Roque Sáenz Peña celebró 91 años de historia y servicio en la zona sur
El emblemático hospital, ubicado en la manzana delimitada por las calles Laprida, Regimiento 11, Buenos Aires y Av. Del Rosario, fue el escenario de una jornada en la que no faltaron momentos de alegría, a pesar del mal tiempo. Los asistentes se reunieron para compartir una torta en conmemoración al aniversario y mesa dulce, donadas por comerciantes de la zona.
En el marco de esta celebración, Leila Müller, Subdirectora del hospital, destacó un hito importante en la historia reciente de la institución: "Este año, además de cumplir los 91 años, cumplimos nuestro primer año como hospital donante. El año pasado tuvimos el primer procedimiento y ahora logramos llegar hasta las 19 personas, entre ellas, un niño de 1 año que recibió las válvulas cardíacas y dos personas de 70 años que recibieron córneas".
Además del aniversario, se llevó a cabo la celebración por el Día de las Infancias, una tradición en la que el Grupo Puentes, formado por alumnos y exalumnos de la escuela Dr. Luis María Drago, ubicada junto al hospital, se hizo presente para entregar juguetes recolectados en una campaña que duró varios meses. Estos juguetes no solo fueron donados al hospital, sino también a diversos comedores de la ciudad. "Desde hace tres meses que venimos juntando juguetes y golosinas para donarlos aquí", comentó Alma, integrante del grupo.
Un recorrido por la historia del Roque Sáenz Peña
El Hospital Roque Sáenz Peña fue inaugurado el 20 de agosto de 1933, tras la ordenanza Nº 5 del Concejo Deliberante. Sin embargo, su historia se remonta a 1923, cuando ya funcionaba como Hospital de Crónicos en el mismo lugar donde se encuentra actualmente.
En 1949, las Hermanas Franciscanas Misioneras de María llegaron al hospital, encargándose de su administración y de brindar asistencia espiritual a los pacientes hasta 1974. Durante este periodo, en 1961, la Asociación Cooperadora del hospital entregó un moderno establecimiento de maternidad. Posteriormente, en 1972, la misma cooperadora construyó y equipó la sala de primeros auxilios.
Sin embargo, en 1977, con la dictadura militar, el hospital vivió un periodo sombrío que incluyó el cierre de los servicios de internación en clínica médica y cirugía, los cuales fueron reinstalados con el retorno de los gobiernos constitucionales. En 1988, se creó una oficina del Registro Civil para documentar a todos los recién nacidos, y en 1992, gracias a los esfuerzos de la cooperadora, se inauguraron los consultorios de pediatría, una demanda largamente esperada por la comunidad.