El tren Rosario-Cañada de Gómez lleva más de un mes sin servicio


 Desde el pasado 15 de noviembre, el tren que conecta Rosario con Cañada de Gómez permanece fuera de servicio, marcando el período más extenso de interrupción desde su reactivación en 2022. La falta de claridad sobre cuándo se reanudarán las operaciones generó preocupación tanto en los usuarios habituales como en los trabajadores del sistema ferroviario, quienes temen por la continuidad de este medio de transporte esencial para la región.

Mientras tanto, los recursos destinados al sistema ferroviario parecen concentrarse exclusivamente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Desde que se declaró la emergencia ferroviaria en agosto, el Gobierno nacional invirtió más de 84 mil millones de pesos en 45 obras, todas ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sus alrededores. Este dato, publicado por un sitio especializado en temas ferroviarios, pone de manifiesto el contraste entre las mejoras continuas en esa zona y el deterioro de los servicios en el interior del país.

La suspensión del tren Rosario-Cañada de Gómez no es un caso aislado. Este servicio, que había sido relanzado hace apenas dos años tras 45 años de inactividad, conecta importantes localidades como Funes, Roldán, San Jerónimo Sud, Carcarañá y Correa, transportando a unos 8.000 pasajeros mensuales. Sin embargo, los problemas recurrentes de mantenimiento en las locomotoras y las vías han provocado interrupciones frecuentes a lo largo del año.

La situación refleja una preocupante tendencia: mientras en el AMBA se concentran las inversiones y los proyectos para fortalecer el sistema ferroviario, en el resto del país los servicios de trenes de pasajeros se enfrentan a una constante precarización. Cada vez son menos los servicios interurbanos que logran mantenerse con estándares de calidad adecuados, y el tren Rosario-Cañada de Gómez es un claro ejemplo de esta desigualdad.

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