Segunda noche consecutiva con un taxista asesinado en Rosario: conductores exigen más seguridad frente a gobernación

 En una repetición conmocionante de los eventos, otro taxista fue encontrado sin vida en su vehículo en Rosario, con un disparo en la cabeza, siguiendo el patrón del reciente crimen de Héctor Figueroa. El conductor, de 32 años, se convierte así en la segunda víctima en dos noches consecutivas, desatando una ola de temor y furia entre los conductores de taxis de la ciudad.

En respuesta al violento suceso, los conductores se autoconvocaron frente a la sede del gobierno santafesino desde tempranas horas de la mañana, exigiendo medidas concretas para garantizar su seguridad. Pintadas en llamada de atención al gobernador Maximiliano Pullaro decoraron las calles, mientras que protestas con cortes de calle se desplegaron en las áreas del casino y la terminal de ómnibus Mariano Moreno.

>>>Te puede interesar: Otro taxista asesinado de un disparo en la cabeza en barrio Saladillo

"Apenas nos enteramos del asesinato, decidimos hacer varios cortes, en la zona de la terminal y en la zona del Casino", compartió Sergio Granatta, referente del sindicato de Peones de Taxis, desde la plaza San Martín. "Estamos esperando que den la cara los que la tienen que dar", agregó, reflejando el clamor de justicia y seguridad por parte de la comunidad de conductores.

Imagen perteneciente a Cadena3 Rosario.

"Nos quedaremos con el corte hasta que tengamos una respuesta porque los dos asesinatos son iguales", enfatizó Granatta. Mientras tanto, otros conductores expresaron su preocupación y frustración ante la inseguridad que enfrentan diariamente, especialmente en horas nocturnas. "Esto es algo que nos supera y nosotros vivimos día a día. Le pedimos al ministro de seguridad que refuercen las zonas rojas", instó una taxista, reflejando el sentimiento compartido de la comunidad taxista.

Se espera que más acciones y medidas se anuncien durante una conferencia de prensa en la sede de Peones, a las 9 de la mañana, mientras la ciudad se sumerge en un ambiente de incertidumbre y exigencia de respuestas ante la creciente ola de violencia que afecta a quienes brindan un servicio esencial para la comunidad.

Comentarios